En las organizaciones se habla mucho de la importancia del empowerment para generar autonomía, iniciativa y creatividad en los colaboradores. En teoría suena muy bien, sin embargo, todos fuimos educados sobre una premisa muy simple que nos marcó de por vida: nuestras figuras de autoridad siempre tienen la razón. Todos fuimos educados para que otro nos diera las respuestas y nos indicara el camino.
Si un gerente quiere revertir este proceso debe iniciar por algo muy sencillo y extraordinariamente poderoso: preguntar más y responder menos.
Dicen que la pregunta es como una lámpara que ilumina hacia donde el otro no está viendo. La pregunta estimula, empodera, genera pensamiento divergente. Al preguntar en vez de responder cuando el colaborador está en alguna encrucijada o tiene que enfrentar algún reto, el líder genera un “meta-mensaje” de gran fuerza, más allá de la pregunta misma: TÚ PUEDES Y NO ME NECESITAS A MÍ PARA PODER. La pregunta es la herramienta más poderosa para generar autoaprendizaje.
Por otro lado la pregunta también manda un mensaje muy profundo a quien la hace: NO NECESARIAMENTE TIENES LA RESPUESTA, CONFÍA MÁS EN EL POTENCIAL DE TU GENTE.
El coaching es un redescubrimiento de una técnica milenaria. Preguntar efectivamente es un arte muy antiguo que dominaban los grandes maestros. La pregunta genera un proceso interno en el otro que lo lleva a encontrar sus propias respuestas.
Ricardo Escobar
Es Director de LIM para México y Centro América. Es especialista en executive Coaching y Coaching para equipos de alto desempeño.
rescobar@servicegallerylim.com
es verdad, con este método también es más fácil recordar lo aprendido