En estos tiempos, las empresas no solamente deben preocuparse por cumplir con sus objetivos de producción o sus metas de ventas, también tienen que ocuparse de blindar a su recurso humano clave en la organización. Sí. Quien ostenta el poder dentro del negocio tiene que diseñar un plan que garantice la lealtad de aquellos hombres y mujeres cuya permanencia en la empresa es indispensable para el buen funcionamiento de la misma.
La generación de la lealtad es la clave. Cómo se logra: haciendo que los empleados se sientan a gusto dentro de su centro de trabajo; que ese espacio sea como su segunda casa.
No es una locura pensarlo así. Si una empresa grande, mediana o pequeña coloca al recurso humano como la parte central de sus estrategias de negocio, los resultados se verán reflejados en una mayor utilidad y productividad para la organización.
Un empleado se compromete y se identifica con su jefe cuando éste se preocupa por él. Cuando el trabajador ve que no solamente se le paga un sueldo por hacer una actividad determinada, sino que hay atrás también una intención de preocuparse y ocuparse por su desarrollo personal, éste da el extra y lo más importante: no querrá irse nunca de ese espacio laboral.
La creación de planes asistenciales a favor de los empleados para, por ejemplo, manejar la ansiedad, estrés, problemas maritales, abusos del alcohol y droga, violencia intrafamiliar; así como el otorgamiento de becas de estudio, apoyo para solucionar conflictos económicos, el establecimiento de horarios flexibles, trabajo desde casa y fomento a la filantropía corporativa son algunas prácticas, que -tenga por seguro- habrán de amarrar al personal a su organización.
Esté seguro de que cualquier inversión que haga en estos rubros, los dividendos se le habrán de multiplicar. Lo mejor que le puede pasar a una empresa es retener a su fuerza laboral clave por muchos años. La rotación de ésta es un mal signo para el éxito del negocio.
Fuente: Talento Humano
El Portal de RH www.talentohumano.mx
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