Para tener un negocio con buenos resultados, es necesario que todos los involucrados en el mismo realicen sus actividades con excelencia y de buena gana. Un importante número de estudios señala que mientras más motivados y fidelizados estén los empleados de la organización, mucho mejor será su productividad y los resultados de su rendimiento.
Las empresas invierten dinero y tiempo para crear estrategias de fidelización para sus clientes y que de esta manera el ambiente de trabajo pueda ser saludable para todos los involucrados.
Sin embargo, algo que también pasa y de lo que no siempre se habla, es que hay empleados que con su actitud se resisten a este tipo de estrategias y también a los cambios que se implementan en las organizaciones con el fin de mejorar el desempeño de todos.
Si por el contrario, tú estás en una organización donde no se les presta atención a estas áreas y básicamente los empleados están por su cuenta, aprende en Gananci cómo ganar dinero, así podrás diversificar tus ingresos y no te anclará a ese lugar donde te desempeñes actualmente el miedo a perder tu estabilidad económica.
Si tienes la experiencia de trabajar en equipos sabes que esto no es sencillo. Hay que lidiar con un montón de caracteres y criterios para que todos trabajen por un bien común, lo cual no siempre se logra según los planes por diversas razones.
Una de ellas es que pueden existir empleados que no tienen la mínima intención de fidelizarse con la empresa, por lo que ofrecen resistencia a cualquier intento por parte de la misma de volverlo parte de la organización no solamente de manera profesional, sino también emocionalmente.
Ninguna marca o empresa está exenta de esto, a pesar de que sus políticas de cultura organizacional sean muy buenas, no quiere decir que sean absolutamente infalibles para todos. De vez en cuando puede que entre los empleados exista uno -o algunos- que no importa lo que se haga, ellos nunca estarán completamente satisfechos porque es su naturaleza.
No es que la organización esté haciendo algo mal, es que hay personas que no tienen interés de pertenecer a la misma de forma más allá que la superficial ya que no se sienten identificados y no quieren sentirse de esa forma.
Estas personas normalmente son empleados tóxicos y como su nombre lo dicen son peligrosos para las organizaciones debido a la forma en cómo se comportan y cómo pueden influir negativamente en el equipo de trabajo con su mala actitud. Para poder saber si en tu organización tienes empleados tóxicos, mira las siguientes señales:
1.- Se quejan por todo
Esta es la actividad favorita de los empleados tóxicos. No importa qué medidas tome la organización o deje de tomar, ellos siempre encontrarán la manera de quejarse de lo que sea. El problema no es solamente la queja en sí, sino que le transmiten esa sensación de descontento a sus otros compañeros, logrando en ocasiones bajar la moral del grupo entero.
Los empleados tóxicos rara vez aportan soluciones para mejorar las situaciones que los aquejan. Simplemente las señalan y exigen que alguien se encargue de ellas.
2.- Siempre protestan
Esto es porque tienen opiniones fuertes acerca de los temas que les afectan directamente y no tienen miedo de expresarlas, aunque no siempre lo hagan de la mejor manera. Es una forma de queja un poco más energética, pero puede ir más allá porque hasta en esas situaciones donde la organización resuelve los problemas señalados por ellos, no se sienten satisfechos al respecto ni lo ven como una victoria.
Por ejemplo, el empleado se queja de que los zapatos que le proveyó la empresa para trabajar son demasiado duros y no le permiten realizar sus labores, entonces la empresa se los cambia por uno más suaves, pero esta persona al recibirlos murmura por los pasillos que prefería los anteriores debido al diseño.
Su creatividad es prácticamente infinita para encontrar razones por las cuales estar descontentos y hacérselas saber a todos a su alrededor, incluyendo a sus superiores.
3.- No toman responsabilidad de sus acciones
Y por lo mismo siempre tratan de volcar las consecuencias de sus actos en sus superiores. Por ejemplo, si no logran entregar su trabajo a tiempo, en vez de disculparse por su pobre administración del tiempo, se quejan de que el tiempo que les fue asignado no es suficiente o que los equipos no están en el mejor estado.
Los empleados tóxicos tienen como característica el hecho de poseer un arsenal inagotable de excusas.
4.- Consideran los cambios como negativos
Son fervientes creyentes del “mejor malo conocido que bueno por conocer” y prácticamente esa es la única razón por la que siguen en la empresa a pesar de todo su descontento.
Por eso, en cuanto hay un cambio se resisten al mismo como si fuera la peste, debido a que en su sistema de creencias personales, los cambios significan adaptación y salirse de su zona de control, lo que es una verdadera dificultad para ellos.
5.- Ven al jefe o a los superiores como enemigos
Esto puede ser por malas experiencias en trabajos anteriores, por ellos es prácticamente imposible que un superior se logre ganar la confianza de un empleado tóxico, ya que no importa lo que haga, esta persona no lo tomará en cuenta por seguir su terquedad.
Las personas tóxicas no pueden ser cambiadas a menos que ellas lo decidan y su comportamiento no es de esa forma debido a lo que tú estés haciendo o dejando de hacer. Es por ellos mismos y hasta que no lo admitan y quieran hacer el cambio para mejorarse a sí mismos, no hay nada que puedas hacer al respecto.
En este caso lo que puedes hacer es utilizar tu inteligencia emocional para conversar con esta persona y explicarlo tu preocupación desde la empatía, para evitar conflictos mayores.
Normalmente estas personas no se dan cuenta de que tienen un problema de negatividad, sino que consideran que el mundo conspira en su contra y con esa actitud pueden convertirse en la manzana podrida que dañe al resto si no tomas medidas para protegerlas.