Cuando llegamos a la adultez nos damos cuenta de que uno de los mayores cambios son el montón de responsabilidades que ahora recaen sobre nosotros, sobre las que quizá no nos habíamos puesto a pesar concienzudamente ni nada por el estilo. El salir de la casa donde crecimos supone muchos cambios a los que nos llevará un tiempo adaptarnos. Entre esas responsabilidades que se nos suman está la cantidad de dinero que se gasta para vivir.
Es decir, todos sabemos que la independencia trae consigo nuevos compromisos económicos, pero no nos hacemos conscientes de todos ellos hasta que están viéndonos a la cara de cerca y esperando de brazos cruzados ser resueltos, porque si no nos encargamos de ellos, más nadie lo hará. Si estás teniendo problemas financieros en la actualidad, aprende cómo ganar dinero extra en Gananci y usa esa nueva fuente de ingreso para mejorar tu situación.
Algo que es muy importante recalcar es que el dinero en sí no resuelve ningún tipo de problemas, lo que hacemos con él es lo que hará la diferencia entre lograr una vida económica estable y armónica o mantenernos en esa constante lucha de la que muchas personas hablan. La buena administración y la toma de decisiones correctas es vital para convertir el dinero en una herramienta para mejorar, en vez de que sea fuente de constantes preocupaciones.
Para poder lograr esto es necesario seguir una serie de principios que deberían ser parte del sistema educativo en general, pero no lo son. Aun así, muchas personas exitosas se han dado a la tarea de compartir la manera en que administran su dinero, para que otros puedan seguir esos mismos pasos.
Existe mucho material al respecto y extensos libros que hablan acerca del tema, pero para darte un abreboca sobre el mismo y que puedas tener una idea más resumida de lo que se trata, fíjate en las siguientes recomendaciones para mejorar tus finanzas personales:
1.- Diversifica tus ingresos
Es genial tener un trabajo estable que te de lo necesario para cubrir tus gastos e incluso más allá de ellos, pero lo ideal es de tener más de una fuente de ingresos para ser previsivos en caso de que alguna falle.
Esto no significa que debas tener dos o tres empleos. Puedes seguir teniendo uno solo, pero poner tu dinero a trabajar para ti de otras maneras, invirtiendo o participando en diferentes proyectos a la par. No tiene dinero quien más trabaja, sino el que enfoca sus esfuerzos inteligentemente para no desgastar su cuerpo innecesariamente.
2.- Ten un presupuesto
De esta manera podrás tener un mayor control y seguimiento no solo acerca de todo el dinero que te ingresa por diferentes vías, sino también de los gastos que hacemos en el mes y muchas veces pasan desapercibidos.
Cuando tienes un presupuesto bien estructurado y te apegas a él, paradójicamente tendrás más libertad porque sabes cómo se encuentra tu situación financiera con exactitud, lo que te permite tomar mejores decisiones para el presente y futuro.
El presupuesto no tiene por qué ser una camisa de fuerza como muchos podrían percibirlo, al contrario, es una manera para proteger tu salud financiera. Tampoco tiene que ser algo extremadamente rígido, se le pueden hacer todos los cambios que sean necesario a medida que tus ingresos y responsabilidades cambien. Tú eres el jefe del mismo y tienes la potestad de modificarlo para que se adapte a tu realidad y a la de tu familia (en caso de que vivas con ellos).
3.- No te quedes desamparado
Algo que demuestra educación financiera es que tengas ahorros. Así tendrás una base para realizar las cosas que consideres necesarias en un futuro. Puedes ahorrar con diferentes finalidades. Por ejemplo, un porcentaje mensual puede ir para tus vacaciones anuales, otro para un fondo de emergencias y otra parte para el capital del negocio que quieres fundar, por ejemplo.
En este mismo punto tocaremos la importancia de los seguros (de automóvil, salud, funerario, entre otros). Cuando te aseguras estás demostrando responsabilidad y consideración por las personas que tienes a tu alrededor y se preocupan por ti. El asegurarte demuestra previsión y hacerte cargo de las cosas incluso antes de que estas ocurran.
4.- Infórmate
El mundo de las finanzas no se mantiene igual, este evoluciona como todo a nuestro alrededor. Un ejemplo ello son las criptomonedas, hace 10 años no existían y ahora han hecho millonarias a personas alrededor de todo el mundo. Si todavía no sabes bien de qué se trata, mira esta guía acerca de cómo invertir en criptomonedas por primera vez.
Estar alerta de las nuevas oportunidades de negocios, de las mejoras en el mundo de las finanzas y de las maneras en que puedes mejorar tu salud económica es muy importante. Por ello existen revistas especializadas y muchas charlas, conferencias a las que vale la pena asistir para mantenerte al día y conseguir más y mejores tips de parte de personas que tienen los resultados en sus vidas.
5.- Elimina las goteras
Estos son los pequeños gastos que normalmente tenemos y ni nos damos cuenta de que ocurren. Por ejemplo, el periódico o el café en la calle todos los días, las salidas espontáneas con amigos, las compras que hacemos emocionalmente sin que estén dentro de los planes, entre muchos otros.
Estos gastos pueden parecer muy pequeños, pero actúan como una gotera que acaba por afectar significativamente los ingresos.
6.- Usa las herramientas bancarias
Estas pueden ser una verdadera ayuda o un dolor de cabeza cuando no sabes utilizarlas. Cuida como algo valioso -porque lo es- tu historial de crédito bancario y utiliza tus tarjetas de crédito con el mayor celo posible, teniendo en cuenta que es algo que puede trabajar tanto a favor como en contra.
Si tienes dudas lo mejor es ser sensato y consultar con un asesor. En el banco no existe nada demasiado bueno para ser verdad, así que siempre lee las letras pequeñas, para evitar malos entendidos.