Existen créditos de diferentes tipos y hay uno que se ajusta a cada situación, pero todos son una forma de apoyo económico que las personas solicitan a una institución financiera para realizar un proyecto que no podrían desarrollar por falta de recursos.
La persona que solicita el préstamo se compromete a devolver el dinero en un lapso previamente acordado con el acreedor, bajo ciertas condiciones y cubriendo los intereses correspondientes.
Lo que no se puede olvidar acerca de los créditos, es la importancia de la puntualidad de su pago, ya que, si no se realiza en el momento correspondiente, podría generar problemas graves. Por ello, antes de pedir un préstamo se debe de pensar claramente si realmente se necesita, evaluando la urgencia del asunto, la capacidad de devolución del dinero, realizar una comparación profunda entre las instituciones financieras para saber cuál es de mayor conveniencia y finalmente, los gastos que conlleva adquirir un crédito tales como la comisión de apertura y el seguro de vida o desempleo.
Entre los diferentes tipos de crédito que hay, se encuentran el crédito personal y el educativo.
Crédito personal
El crédito personal es el préstamo que otorga la entidad financiera a una persona que quiera adquirir un inmueble, iniciar un negocio, pagar una deuda o cualquier proyecto que desee emprender. El sujeto dispondrá de una cantidad de dinero que podrá utilizar sin tener que gastarlo en algo en específico y el pago podrá realizarse a medio o a largo plazo, es decir, de dos hasta 96 meses a plazos semanales, quincenales o mensuales, lo cual dependerá de cada institución. El monto del préstamo otorgado puede variar de 1,000 a 500,000 pesos.
En México existen diferentes Entidades Financieras que proporcionan dichos préstamos y entre ellas se encuentran:
- Bancos
- Sociedades Financieras Populares
- Sociedades Financieras de Objeto Múltiple
Reguladas y No Reguladas
Crédito Educativo
Al igual que un crédito personal, el educativo es un préstamo, pero exclusivamente para estudiantes que deseen iniciar o retomar sus estudios, cubriéndolos parcial o totalmente, y abarcando desde inscripciones, colegiaturas y hasta gastos de mantenimiento. Generalmente, el plazo de devolución es dos veces el tiempo por el que se solicitó y la tasa de interés es baja, usualmente del 4%. Asimismo, cubrir los gastos de estudios en el extranjero.
Sin embargo, el crédito se otorga por un año y tiene que renovarse al término de éste.
En este caso, las empresas financieras y los bancos son quienes proporcionan este servicio. Solicitar un crédito educativo al banco tiene ciertos beneficios sobre las otras instituciones, ya que al tener control sobre el mercado financiero, existen más posibilidades de que puedan dar el crédito. Muchas veces las universidades tienen acuerdos con los bancos para otorgar el crédito a los alumnos con la condición de que mantengan un buen nivel académico.
Una vez que se tiene clara la deferencia entre ambos tipos de créditos, es importante saber elegir y seleccionar el que cubra mejor nuestras necesidades.
