Si quieres proteger a alguno de tus familiares que cruzó la frontera o que está a punto de irse, puedes contratar un microseguro de vida y repatriación para protegerlos.
El objetivo principal de este seguro no es cubrir el fallecimiento del migrante, sino garantizar, en caso de que llegara a suceder, que sus restos regresen a casa y disminuya el impacto del gasto que enfrentará la familia.
Para los familiares en México repatriar los restos de su migrante resulta un trámite difícil y caro. En la mayoría de los casos no se tienen los recursos suficientes para absorber el gasto y puede provocar endeudamiento a la familia; en el caso extremo, que el destino final del migrante sea la fosa común.
Para evitar esto y garantizar que el cuerpo de tu ser querido regrese a su país, puedes adquirir un microseguro de vida y repatriación. Aunque es temporal, a un año, con edades de aceptación de 18 años como mínimo y 60 años máximo, lo puedes renovar constantemente.
Este tipo de seguro cuenta con una doble protección, un seguro de vida tanto para el titular con residencia en México, y de su familiar directo que radica en Estados Unidos o Canadá, es decir, que si alguno de los dos fallece durante la vigencia de la póliza, la compañía pagará al sobreviviente la suma asegurada contratada.
- Los servicios que se ofrecen generalmente son:
- Trámites consulares (de sanidad y aduanas).
- Embalsamamiento.
- Ataúd.
- Transportación aérea al país de origen.
- Transportación terrestre hasta el domicilio indicado por el contratante.
Toma en cuenta que, como todo seguro, tiene exclusiones que hay que observar a la hora de contratar, por ejemplo, hay algunos que no cubren la repatriación si la persona se encontraba en Alaska o Hawái al momento de su fallecimiento, o si su muerte fue a consecuencia de un suicidio. Por ello es importante que leas con atención las condiciones generales del seguro para saber en qué casos estás cubierto y en cuáles no. Si hay algún término que no conoces o no entiendes, pregunta antes de firmar.
Fuente: Condusef