Hoy día, al momento de elegir una solución de Factura Electrónica es muy fácil caer en el juego de la mercadotecnia engañosa, no sólo porque hoy existen literalmente cientos de opciones en el mercado (hace cinco años no había más de 30), sino incluso porque prácticamente todos dicen ser “el líder”, “el mejor”, “el más grande”, “el autorizado”, “el que cumple con el estándar”, etc.
Elegir una solución de Factura Electrónica no es para nada un proceso fácil, hay infinidad de factores a considerar, todos ellos con mayor o menor importancia, pero ninguno tan valioso como el sentido común. Y aquí tres “NO” que podrían serte de utilidad:
A. No contrates la primera oferta que veas…
No cometas el error de creer que puedes darte el lujo de aceptar la primera oferta sólo porque salió en la “tele”, porque se “anuncia seguido” o incluso porque es el que “más presume sus canicas”. Para elegir, evalúa al menos tres opciones y a cada uno de ellos hazle una simple pregunta: ¿qué opinan sus clientes de su solución? Las respuestas que recibas te darán claves para decidir.
Si fueras a comprar zapatos, ¿cuántos pares te medirías antes de sentir que te calza bien? Haz que la solución que elijas “calce” con tu empresa o negocio.
B. No creas todo lo que te dicen…
Si ya tienes en tu poder al menos tres propuestas, y a cada vendedor ya le hiciste la pregunta clave sobre la opinión de su producto, no te quedes a la mitad del camino. No creas todo lo que te dicen o te presumen, ellos harán lo necesario para venderte, ése es su trabajo y es legítimo, pero el tuyo es tomar una decisión informada; contacta a uno de sus clientes y valida lo que te han dicho.
C. No decidas por precio…
Es obvio, a nadie le interesa pagar “más”, de hecho todos buscamos pagar “menos”, pero ¿cuál es el precio justo por una solución de Factura Electrónica? Si es software, hay actualizaciones; si es servicio, hay transacciones, y si es desarrollo propio, hay mantenimiento. Ponle precio a tu tranquilidad, ése será quizá el precio justo.
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