Si hay un lugar famoso en el mundo de la innovación es sin duda el Silicon Valley (California), es impresionante como, en ese lugar, se conjugan diversas variables para crear un clima de creatividad tan exitoso.
Momento mágico
Los griegos lo denominaban “Kairos” (estrictamente definido como el momento adecuado u oportuno). Se trata de esos instantes mágicos, que seguramente todos hemos vivido, donde todo parece salir bien debido a que se conjugan una serie de factores que no siempre están alineados como debieran. Digamos que coinciden armoniosamente para un resultado espectacular; como esas películas que reúnen buen argumento, buenos diálogos, buenos actores, buena actuación, buena fotografía, buena música…
Surge entonces la pregunta: ¿Cuándo se da el “Kairos” del Silicon Valley? Según el famoso estratega, Gary Hamel, se da porque se presentan tres importantes características: ideas, talento y recursos.
Ideas
Este es el dominio de los creativos, de los innovadores, de los que ven lo que los demás no vemos, de los que se imaginan cosas diferentes, de los que tienen amplitud de miras (magnanimidad), de los audaces, de los que detectan oportunidades y a partir de ahí generan un empeño muy enfocado. Para esto se requiere inteligencia, así como objetividad con uno mismo y humildad.
Sin embargo, no bastan las ideas como decía Aristóteles refiriéndose a Sócrates. No basta conocer el bien para hacerlo, ni siquiera para quererlo. El bien tiene sentido cuando se lleva a cabo -una buena idea de negocios es buena siempre y cuando se realice, cuando pasa de la teoría a la práctica- y para eso necesitamos:
Talento
Para llevar las ideas a cabo se requiere ir contracorriente, ir “haciendo que las cosas sucedan”; este es el dominio de los ejecutores, de los que construyen y operan organizaciones. Ello requiere audacia, pues lo que se propone uno es superior a sus fuerzas y capacidades, las cuales tendrán que ensancharse y adquirirse. Aquí también se requiere, sobre todo, fortaleza y voluntad, con mucho afán de logro para aterrizar las ideas.
Recursos
Los planes no se pueden llevar a cabo sin recursos, y los que inmediatamente nos vienen a la mente son los financieros, pero también importan los materiales, los tecnológicos y los humanos. En el caso de los financieros, están disponibles porque quieren obtener rendimiento y están dispuestos a asumir riesgos, pues saben que a mayor riesgo mayor rendimiento (de ahí el término venture capital que podría traducirse, muy libremente, en algo así como “capital aventurero“, que se aventura y corre riesgos).
Hay quien dice que la dirección no es otra cosa que el arte de asignar recursos (la mayoría de las veces escasos) y que lo que hace un buen director es asignarlos a sus mejores proyectos; a los más prometedores. Frente a esta postura está la de tratar de hacer un Silicon Valley en la empresa (dentro de ella): no asignar recursos, sino “atraerlos”. Se trata de crear un clima estilo Silicon Valley en el que la gente con ideas, la gente con talento y la gente con recursos acuda, porque sabe que ahí se complementan y obtienen resultados. Ahí se da el Kairos donde florece la creatividad, la innovación y la creación de valor.