Es muy común que al entrar a un trabajo nuevo lleguemos con grandes ilusiones, que a veces no se cumplen. Esto puede crear una desilusión en las personas, sintiendo que el trabajo no es bueno y bajando su desempeño.
Ya sea por las funciones que desempeñas, por los horarios, tus compañeros de trabajo o la actitud de nuestros jefes, puede existir una desilusión. Esto también puede estar relacionado a que no se encuentra un trabajo relacionado con la carrera o que guste totalmente. O porque se tiene una gran carga si se estudia un posgrado.
Normalmente no sabemos cómo reconocerla, entonces no podemos hacerla consiente y tratarla, los síntomas de la desilusión laboral son:
- Sentimiento de desequilibrio entre sueldo y trabajo
- Sentimiento de que el trabajo no es valorado
- Incumplimiento de acuerdos que se habían visto a la hora de contratar
- Ver que un ascenso es una posibilidad lejana
- No estar de acuerdo con la cultura de la empresa
- Conflictos con los compañeros
- Hablar mal del trabajo, del jefe o de la empresa
- Tener una mala relación con el jefe
- Llegar tarde al trabajo
- No sentir ganas de trabajar
Cuando se tienen estos síntomas lo más importante es tranquilizarse, ver que probablemente se está exagerando la situación y esperar a adaptarse.
Los cambios son duros, al entrar a un trabajo es difícil adaptarse, por ello se necesita tolerancia a la frustración, pero una vez que se pase por esta etapa, se podrá ver al trabajo de distinta manera.
Fuente: Econo despensas