Si tienes una empresa propia, o te encuentras en algún cargo de autoridad en la empresa de algún tercero, seguramente quieres que este negocio pueda ser lo más productivo posible. Para eso se recluta al mejor equipo de trabajo y se siguen estándares apostando por el éxito del lugar donde trabajas.
Si todavía no tienes un negocio pero tienes el deseo de comenzar uno pronto, mira en Gananci este listado de ideas para negocios rentables. El asunto es que como el emprendimiento no es nada sencillo y hay que estar pendientes de tantos aspectos distintos, a veces podemos sentirnos abrumados, lo que es una reacción totalmente natural cuando se pierde un poco de vista la meta.
Otro de los problemas que pueden entrar a la empresa haciendo que la misma baje su productividad es la procrastinación. Las personas pueden creer que la procrastinación se trata de una situación personal con la que debe lidiar cada quien y es cierto. Pero también es cierto que en algunas circunstancias la procrastinación prácticamente se vuelve parte de la cultura organizacional sin que nos demos cuenta ni siquiera.
La procrastinación es el dejar de hacer las actividades que son importantes y necesarias al postergarlas sustituyéndolas por actividades más enfocadas hacia el ocio, o cualquier otra que sirva para distraernos de lo que sí deberíamos estar haciendo. La procrastinación es algo que se ha instalado en la vida de muchas personas haciendo que se desperdicie tiempo valioso y que la productividad disminuya.
Además de instalarse en la vida de ciertos individuos cuando estos lo permiten, la procrastinación puede convertirse en un problema general para las organizaciones cuando los trabajadores que forman parte de ella la adoptan. Esto puede ocurrir desde los trabajadores en primer nivel, hasta los jefes, gerentes y máximos directivos de las compañías, así que no es algo de lo que se pueda estar completamente exento. A menos que se tomen medidas específicas para evitarlo.
¿Cómo puedes saber si la empresa en la que trabajas tiene problemas en este aspecto? Normalmente muestran alguna de estas señales:
- Los trabajadores no toman responsabilidad por los errores cuando los mismos se hacen presentes.
- La administración del tiempo deja mucho que desear.
- En vez de existir un flujo de trabajo constante, hay periodos de actividad muy intensa y otros de extrema calma.
- Existe mucha burocracia en los procesos de la compañía.
- El mismo proceso puede tardarse diferentes tiempos a pesar de que los haga la misma persona
- La organización no es uniforme, sino que depende del estado de ánimo de las personas o de quien esté a cargo en un momento determinado.
- Los empleados se distraen con facilidad entre sí.
- Hay falta de disciplina en el staff.
Estas son solamente algunas de las muchas señales que pueden haber y significan que la procrastinación ha llegado a la empresa, por lo que se debe hacer algo antes de que esta afecte negativamente los resultados de esta, o afecte a los nuevos trabajadores que inicien. Para volver a meter todo dentro del carril o incluso mantenerlo así antes de que lleguen los problemas, mira los siguientes tips que te pueden servir como jefe, supervisor o dueño de empresa para evitar la procrastinación generalizada:
1.- Dale la importancia que merece a la cultura organizacional
Este es uno de los pilares fundamentales que se necesitan para que la empresa funcione correctamente. La cultura organizacional está definida como la colección específica de valores y reglas que son compartidos tanto por personas como por grupos dentro de una organización. Dichos elementos controlan la forma en que interactúan entre sí dentro de la organización y también en el exterior de esta.
Cuando las personas conocen con claridad cuál es la cultura organizacional, ya no estará por su cuenta sino que tendrá algo a qué apegarse. En caso de que decida no hacerlo deberá lidiar con sanciones, o probablemente salir de la organización al no ser capaz de comportarse dentro de los parámetros necesarios para ser parte de la misma.
2.- Establece metas
Los retos pueden ser excelentes motivadores para las personas. Eso sí, es importante que te asegures que las metas sean realizables y que existan indicadores claros para las mismas. Así, en caso de que no se puedan cumplir se pueda saber en qué fue lo que se falló para que se hagan los cambios necesarios y en el siguiente intento no se cometan los mismos errores.
3.- Modela con el ejemplo
Si quieres que la procrastinación se elimine en tu ambiente de trabajo, empieza por eliminarla tú mismo. Verás que eso no solo hará que rindas mucho más en tus funciones, sino que además harás las cosas mejor y probablemente te quedará tiempo libre.
El darte tiempos de ocio en medio del trabajo no hará que te relajes, más bien te producirá mayor estrés al tener que encargarte luego de todo lo que postergaste.
Opta por administrar tu tiempo y agenda mejor para tomarte breaks específicos y ordenadamente durante tu jornada, lo cual repercutirá positivamente en tu productividad.
4.- Crea procesos
De esta manera puede haber una mayor disciplina y puedes saber qué esperar, cómo esperarlo y en cuánto tiempo estarán listas las actividades asignadas a los empleados.
Tener manuales o procesos específicos lleva una inversión de tiempo, energía y dinero, pero definitivamente es algo necesario para obtener los resultados que se desean. Además, así también será más fácil para los involucrados la realización de sus tareas.
Esto no quiere decir que dichos procesos no puedan ser flexibles, de hecho es necesario que lo sean. Asimismo, si un empleado tiene ideas para mejorarlos, deberán ser bienvenidas porque es necesario que los procesos evolucionen a la par de la industria.
5.- Supervisa
La supervisión no significa que no confías en el trabajo de los empleados, sino que hay procesos establecidos y estándares de calidad que mantener. Esa es una de las formas en la que puedes hacerlo. Si no te agrada supervisar o corregir a tus subordinados porque no quieres arruinar tu relación con ellos, aprende en Gananci algunas claves importantes para ser un buen líder sin sacrificar la efectividad o las relaciones.