Al hacernos con un oficio o terminar de estudiar una carrera universitaria queremos tener éxito desempeñándonos en esa área. Por esta razón nos seguimos preparando en muchos casos, o buscando las maneras más convenientes de adquirir experiencia profesional para ejercer de la mejor manera posible.
Pero estudiar una carrera o haber hecho cursos que nos enseñen un oficio no es garantía de que podamos ser excelentes trabajadores en el rubro. Se requiere mucho más que la academia una ética de trabajo que sea impecable y esta tiene que ver con la personalidad de cada quien, así como con su educación.
Si crees que el lugar donde trabajas actualmente no te permite desarrollarte como profesional a cabalidad, mira estos factores que te dirán si es momento de cambiar de trabajo.
El asunto es que no siempre el problema es el lugar donde laboramos, el jefe o nuestros compañeros que no son los más colaboradores que existen. En muchas ocasiones podemos ser nosotros mismos los que estamos cometiendo los errores y no lo notamos porque estamos demasiado ocupados señalando los errores de otros.
Ser profesional o tener mucha experiencia laboral en tu área no te han automáticamente una persona excelente para trabajar. De hecho, alguien puede tener muchos conocimientos y una preparación increíble, pero si comete los siguientes errores estará dejando mucho que desear, tanto para los demás, como para sí mismo:
Cree que todo lo sabe
Está genial tener confianza en ti mismo y en tus conocimientos, pero algo que nunca puede desdeñar un profesional que está en búsqueda de la excelencia es la información. Necesitas tener la humildad para escuchar a otros -así esos otros no tengan el mismo nivel educativo que tú-.
A veces los conocimientos más valiosos pueden provenir de las personas menos esperadas, por eso es necesario que mantengas con una mente abierta ávida de conocimiento. Quizá si sepas mucho en tu área y seas un erudito en la misma, pero no pierdes nada con escuchar a aquellos que quieran aportarte. Probablemente ya tenías mucha de esa información, pero puede que otra te tome de sorpresa.
Recuerda que en esta época los cambios ocurren rápidamente a causa de la evolución que causa la tecnología. La gente que ofrece resistencia a estos cambios inevitablemente terminarán volviéndose obsoletos en sus áreas, lo que causa un desempeño laboral mediocre.
Tiene límites muy demarcados
Seguramente te habrás topado en algún momento de tu vida con algún empleado que cuando al decirle tu solicitud se lava las manos simplemente diciendo “no es mi área”. En cada empresa las personas tienen sus labores específicas, pero eso no quiere decir que deban actuar como si no les importara el resto de las cosas que ocurren.
Un profesional mediocre no irá más allá de lo que estrictamente le toca y por lo que le pagan. Hay dos tipos de personas: los que cuando cobran el sueldo mínimo hacen el mínimo esfuerzo y los que al cobrar el sueldo mínimo se esfuerzan aun más para demostrar su valía y mejorar sus condiciones.
Solo se interesa por lo que le conviene
Los profesionales mediocres no ven el panorama completo, sino que se enfocan en las cosas que directamente les benefician a ellos. El bienestar colectivo para ellos es solo un sueño hippie, por lo que se enfocan exclusivamente en sí mismos.
Esto denota falta de liderazgo, empatía y poca capacidad de trabajar en equipo, lo que son errores nefastos cuando te estás desarrollando como profesional en cualquier ámbito.
Un trabajador excelente sabe que cuando está bien el equipo entero, él también lo estará, por lo cual trabaja incansablemente en pro de este.
Habla mal de los demás
El jefe, los compañeros, sus supervisores, sus subordinados, nadie se escapa de la lengua de una persona mediocre. Esta práctica no solamente hace quedar mal a la persona que lo hace, sino que además crea un ambiente de desconfianza en el trabajo.
A diferencia de lo que muchos puedan pensar, los chismes no fomentan la camaradería, sobre todo si los chismes son de personas dentro del lugar de trabajo. Más bien la resquebrajan. Si escuchas a una persona hablando mal constantemente acerca de los demás, lo más probable es que la confianza en ella mengüe hasta desaparecer por completo.
Se subestima a sí mismo
Otra de las prácticas que tienen muchos profesionales mediocres es que no conocen su valía y ende, se desempeña dando un porcentaje mucho menor al que son capaces de dar.
En ocasiones esto no lo hacen a propósito, sino porque simplemente no se creen capaces de hacer más. El asunto es que podemos hacer las cosas en la medida en que nos creamos capaces. Si una persona no se siente de esa manera necesita trabajar eso para poder alcanzar cosas mejores, incluso más allá de las que pensó en primer momento.
Si te sientes identificado con alguno de los puntos descritos anteriormente, no te preocupes, los comportamientos siempre se pueden cambiar si estás dispuesto a hacerlo. A partir de ahora puedes poner en práctica estas recomendaciones de Gananci para sobresalir de manera positiva en tu trabajo.