Por Ari Santillán | Empresa y Entorno
Después de un tiempo haciendo cerveza en su casa como hobby, Alberto Medina decidió establecer la Cervecería Atómica hace año y medio; desde entonces ha perfeccionado el sabor y la imagen que distingue a sus cervezas.
“Tarde un año desde la planeación hasta la primera producción”, comenta Medina, propietario de esta microcervecería que da empleo a entre ocho y 10 personas en Toluca, Estado de México.
Actualmente cuentan con una planta que produce entre 400 y 500 litros mensuales y ya tienen tres estilos de línea que son distribuidos en toda la república por The Beer Company.
A diferencia de otras empresas cerveceras, Atómica pone gran empeño en el diseño y empaque de sus botellas, “queremos hacer algo diferente, nos gusta el rollo bélico”, asegura Alberto, quien muestra con orgullo su cerveza insignia: la V-Porter que cuenta con un diseño de bomba atómica similar al utilizado durante la II Guerra Mundial.
El propietario de Cervecería Atómica nos regaló algunos consejos para quienes planean emprender un negocio de este estilo:
“Para empezar una microcervecería se necesita una inversión de 50 o 60 mil pesos por lo que es importante tener una fuente de financiamiento; además, es muy importante no desistir, no va a salir a la primera”.
Su plan a cinco años es poner a la venta más estilos de cerveza, mejorar la calidad de la cerveza y del diseño y subir la producción.
Asimismo, Medina comentó que, pese a que la resolución de la CFC es muy buena por la posibilidad de llegar a un mercado mayor, “algunos canales de distribución me han dicho que temen perder los apoyos que les brindan las grandes compañías cerveceras”.
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