Por Jorge G. Sánchez
México tiene un gran potencial en renovables o energías limpias, su posición es envidiable con respecto a otros países. En México hay de todo: viento, sol, mareas, además de energía geotérmica e hidroeléctrica.
Con la reforma energética México vio como primera opción a la industria del petróleo y gas, pero justamente cuando se autorizó la reforma energética el precio del barril se desplomó y continuará desplomándose en los próximos meses por lo que la opción más brillante por el momento son las renovables, principalmente la eólica y la solar.
Panorama mundial del petróleo
Y bien, se juntaron dos factores para la baja del precio del petróleo:
El primero fue el aumento disparado de la producción petrolera de Estados Unidos, pasando de 5 millones de barriles a casi 10 millones de barriles en 5 años.
El segundo es la parálisis económica de Europa aunada a la desaceleración profunda de la economía china con la consecuente desaceleración de las economías que le proveen de materias primas lo cual llevo a una baja en la demanda.
El mercado está saturado de petróleo; los depósitos de petróleo en todo el mundo están llenos. Algunos analistas dicen que esta baja es temporal, que el precio del petróleo va a rebotar y volver al menos a los 80 dólares por barril, pero hay varios factores que lo impedirán, tales como: la entrada al mercado del petróleo iraní después de que le levanten las sanciones; el incremento de la producción de Libia e Iraq; y en caso de que el barril empiece a subir arriba de los 50 dólares, volverá a aumentar la producción shale de los Estados Unidos haciendo que el barril no rebase los 50 o tal vez los 60 dólares por mucho tiempo.
Las renovables entran al quite
Con el precio del barril a cómo está, la reforma energética, en lo que se refiere a petróleo, perdió interés; solo hay algo de interés en la perforación convencional, la tradicional valla, la que se puede hacer en el sur de Veracruz, Tabasco, Campeche y en el golfo de México, aunque la utilidad que puedan sacar ya es mínima. Por el contrario, las energías renovables entran al quite para no dejar mal parada a la reforma energética.
La generación de energía con recursos renovables trae las siguientes ventajas:
- Beneficios ambientales: producir energía sin contaminar la atmósfera.
- Beneficios económicos directos: como inversiones en la localidad donde se produce la energía, incremento del valor de las tierras, contratación de desarrolladores, generación de empleos.
- Impulsos económicos indirectos: como el impulso al desarrollo agrícola y ganadero haciendo que el campo produzca la energía eléctrica para aprovechar sus terrenos para la agricultura y ganadería, esto es, con bombas solares para riego, mini hidráulica y eólica a pequeña escala.
- Grandes inversiones en granjas fotovoltaicas o parques solares: muchas de éstas en estados donde se esperaba la inversión para la extracción de petróleo en sus yacimientos tipo shale.
Las renovables pasarán a ser una joya de la reforma energética. Sus ventajas se centran en el autoconsumo respecto a la industria de petróleo y gas y la generación de electricidad a gran escala. Su gran aportación dentro de la economía mexicana: su manera de ayudar a la creación de empleos y dar más negocios a otros sectores sin hacer más gastos es lo más importante, además de ayudar a detener los efectos del cambio climático.