¿Alguna vez has pensado qué pasa con los jóvenes que salen de la cárcel?
Con 24 años de experiencia, la organización ha logrado tener un éxito de reinserción de 96%, cambiando el futuro de adolescentes que son enviados a la Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes (CDIA), quienes tienen una fuerte probabilidad de volver a cometer un delito, pero si se trabaja con ellos, esto no sucede. Reintegra, organización dedicada a la prevención de delitos y a la reinserción de menores, realiza esta tarea.
Reintegra, representada por Jimena Cándano, es una fundación que trabaja a favor de la justicia social a través de la prevención del delito, con dos principales rubros: reinserción social y prevención comunitaria. Brinda a jóvenes marginados capacidades y herramientas para crear un proyecto de vida y ser agente de cambio en su entorno y nuestro país.
“Son jóvenes que no tienen sueños, han crecido en comunidades donde el delito y la violencia están totalmente normalizados. Para ellos, simplemente es hacer lo que aprendieron a lo largo de la vida.
90% de los jóvenes que estuvieron en una CDIA fue por robo”, comenta Jimena, para lograrl disminuir el número, Reintegra tienen una autorización única por parte del gobierno de la Ciudad de México para que los jóvenes en lugar de cumplir la condena en las Comunidades de Diagnóstico Integral para Adolescentes, la cumplan con ellos.
Al año, 196 adolescentes, trabajan en este programa con uno o ambos padres, donde tienen distintas actividades para poder cambiar el comportamiento del menor. El juez indicará en qué deben trabajar ya sea en abstención de consumo o vigilancia familiar.
“Para nosotros es importante que sigan viviendo en su comunidad con su familia, porque al final del día van a regresar ahí”. Éste es uno de los puntos más importantes para Reintegra: trabajar en la realidad del joven.
¿Y el trabajo? Cuando una persona estuvo en prisión tiene menos probabilidades de ser contratada, Reintegra está consiente de esto y quiere cambiarlo, por eso tiene su propia bolsa de trabajo. Pero antes de mandar a los jóvenes a una empresa, trabajan un año para la organización, donde se les enseña puntos básicos como hablar con su jefe, cumplir obligaciones y ser puntuales.
Además, Reintegra en su centro ubicado en la Colonia Guerrero, imparte distintos programas y talleres para jóvenes que no han cometido delitos, con esto, se busca disminuir la tasa de delincuencia en menores.
“Para nosotros es importante que sigan viviendo en su comunidad con su familia, porque al final del día van a regresar ahí”, comenta Jimena Cándano