De acuerdo con el indicador de emisiones del Banco Mundial, México se encuentra en el noveno lugar de los países que más emiten gases de efecto invernadero.
En 1960 produjo 1.7 toneladas métricas per cápita de carbono, pero a diferencia de otros países, esta cifra se elevó a un nivel de 3.9 en 2013, año de la última medición.
A finales de 2016, México presentó sus objetivos ante la ONU, uno de ellos era reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en 2050, respecto al año 2000.
Los escenarios posibles que llevarán a lograr el objetivo a mediados de siglo son:
La reducción del 22% de sus emisiones globales hacia 2030 y particularmente 51% sus emisiones de carbón negro en 2030, para luego llegar al objetivo declarado de mitad de emisiones en 2050.
El segundo escenario es más ambicioso y ligado a la ayuda internacional, sugería reducir 36% las emisiones globales y particularmente 70% las emisiones de carbón negro en 2030.
En el Protocolo de Kioto de 1997 se determinó que existían emisiones de gases de efecto invernadero que eran provocados por las industrias de todos los países, las cuales serían reguladas por el mismo acuerdo.
Entonces, el Banco Mundial creó un fondo de bonos de carbono que fueron distribuidos entre varios países, tomando en cuenta sus emisiones de 1990 y las perspectivas hacia 2012.
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